El pelo fisiológicamente está en continua renovación con caídas más marcadas en otoño y primavera. No obstante, con los años, no se renueva todo el pelo que cae, por lo que vamos perdiendo densidad. A su vez, la pérdida de densidad se puede intensificar por otros factores como dietas, anemias, embarazos, enfermedades…
Además, existen patologías específicas que aumentan la pérdida de densidad capilar: alopecias androgénicas femenina y masculina, alopecia areata…..
Esta pérdida capilar puede tratarse y prevenirse con tratamientos como la mesoterapia capilar.