Con el paso de los años, nuestra piel pierde elasticidad favoreciendo la aparición de arrugas. La toxina botulínica, conocida como b o t o x, es un relajante muscular que, utilizado en dosis muy pequeñas, permite que la piel se regenere y desaparezcan las arrugas.
El tratamiento de toxina botulínica suele recomendarse a personas mayores de 30 años que han empezado a notar la aparición de arrugas y líneas de expresión en el rostro. Puede aplicarse antes de forma preventiva.
El tratamiento de la toxina botulínica se aplica mediante microinfiltraciones. No precisa de anestesia.
Los resultados son visibles y progresivos a partir de las primeras 24 horas. El paciente podrá incorporarse de inmediato a su actividad cotidiano. La duración de los resultados es de unos 5-6 meses.
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