La radiofrecuencia se aplica sobre la piel para estimular el colágeno y tensar las fibras y tractos fibrosos. Tiene un efecto inmediato flash, lo que hace a este tratamiento ideal previo a eventos importantes. A largo plazo, el organismo se ve favorecido por la formación de nuevo colágeno.
El tratamiento está indicado para aquellas personas que noten los primeros síntomas de flacidez facial o corporal, y además, deseen un tratamiento no infiltrado, indoloro, sin ningún efecto adverso y con un efecto inmediato.
Durante la sesión, se van calentando los tejidos mediante temperatura controlada con un termómetro digital. Esto hace que se produzca un stress térmico del fibroblasto que hará aumentar la producción de proteínas de la piel tales como el colágeno y una retracción de los tractos fibrosos de la piel. Es indoloro. En facial, se suele tratar con diferentes lámparas en la misma sesión. En corporal, se utilizan lámparas más profundas que además de trabajar la piel, trabajan la grasa subcutánea. Así, además de la flacidez, tratamos la grasa localizada y la celulitis.
La mejoría es evidente en el aspecto de la piel al finalizar cada sesión. Sin embargo, se precisan al menos cinco sesiones separadas por intervalos de 15 días para que los resultados sean duraderos.
Una vez finalizado el tratamientos, los resultados seguirán evolucionando progresivamente en los próximos 3-4 meses gracias a la formación de nuevo colágeno.
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